Antes de encontrar una estrategia clara, Sergio también sintió que, a pesar de sus esfuerzos, no avanzaba hacia sus metas. Estaba corriendo en círculos, sin ver resultados.

Sergio estaba abrumado por tantos recursos y consejos contradictorios. No sabía por dónde empezar ni qué estrategia seguir, lo que lo paralizaba en lugar de motivarlo.

El miedo a no ser suficiente y a cometer errores lo mantenía estancado. Sergio dudaba si sería capaz de alcanzar sus metas o si otros lo juzgarían por sus fallos.

Al igual que muchos, Sergio no tenía claro qué era lo que realmente quería lograr. Sin una visión concreta, se sentía perdido y desorientado en su propio camino.

Antes de aplicar el método, Sergio siempre encontraba excusas para retrasar sus acciones, esperando ese "momento perfecto" que nunca llegaba.

Con una vida ocupada, Sergio luchaba por encontrar el equilibrio entre sus responsabilidades diarias y el tiempo necesario para trabajar en sus sueños.

Sergio también se sintió solo en su camino, sin una red de apoyo que lo motivara y guiara. Sabía que el apoyo era clave para no rendirse.